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Origen
Aunque España no intervino oficialmente en la Segunda Guerra Mundial del lado de la Alemania Nazi, Franco permitió que los voluntarios que lo desearan se enrolaran en el ejército alemán. De este modo, podía mantener la neutralidad española mientras simultáneamente compensaba a Hitler por su ayuda durante la Guerra Civil Española (véase Legión Cóndor). El ministro de Asuntos Exteriores de la época, Ramón Serrano Súñer, sugirió la creación de un cuerpo voluntario, al principio de la Operación Barbarroja, y Franco envió una oferta oficial de la ayuda a Berlín. Hitler aprobó el uso de voluntarios españoles el 24 de junio de 1941. El reclutamiento se detuvo cuando se alcanzaron efectivos suficientes para formar una división (unos 18.000 hombres), cuyos elementos serían jefes y oficiales voluntarios provenientes del ejército regular y las clases de tropa voluntarios reclutados en las jefaturas provinciales de toda España.
El 50 % de los oficiales y soldados eran militares de carrera, muchos de ellos falangistas veteranos de la Guerra Civil y estudiantes de las distintas universidades. El general Agustín Muñoz Grandes fue designado para conducir a los voluntarios durante su primer año. Posteriormente le sustituyó Emilio Esteban Infantes.
Los voluntarios partieron de España con los uniformes de sus unidades de orígen, del Ejército de Tierra o de las milicias de la FET y de las JONS. Al llegar a Alemania y recibir el uniforme de la Wehrmacht, los falangistas se negaron a dejar la camisa azul, que llevaban en sustitución de la reglamentaria, por lo que la división se empezó a conocer como "División Azul".
El 13 de julio de 1941 salió de Madrid el primer tren de voluntarios rumbo a Alemania. Tras cinco semanas de instrucción en el campamento de Grafenwöhr (Baviera) el grupo formado por estos voluntarios se transformaría en la 250 división de infantería del ejército alemán, integrada inicialmente por tres regimientos de infantería y uno de artillería, con los numerales 262, 263, 269 y 250 respectivamente, más unidades divisionarias de anticarros, exploración, comunicaciones, zapadores y Cuartel General.
El 20 de agosto, tras prestar juramento de lealtad a Hitler (el cual se modificó especialmente para mencionar la lucha contra el comunismo), la División Azul fue enviada al Frente Ruso. Fue transportada en tren a Suwalki, Polonia, desde donde tuvo que continuar a pie. Después de avanzar hasta Smolensk, se desplegó en el sitio de Leningrado, donde pasó a integrarse en el XXXVIII Cuerpo de Ejército alemán, que formaba parte del XVI Ejército.
Desempeño
El despliegue era el siguiente: el 262º Regimiento en el subsector de Nóvgorod; el 269º Regimiento cubría el subsector Norte con retaguardia en Podvereje y el 263º Regimiento en el subsector Centro y en el subsector del Ilmen, los Grupos Anticarro y de Exploración. El Regimiento de Artillería se posicionó al oeste de Nóvgorod, en donde quedó establecido el Cuartel General.
Desde su llegada al frente, en octubre de 1941, la División Azul sufrió fuertes pérdidas en el sitio de Leningrado, debidas tanto al combate como a la acción del frío. A partir de mayo de 1942 empezaron a llegar desde España más efectivos para cubrir las bajas y relevar a los combatientes heridos. Hasta 46.000 voluntarios sirvieron en el Frente del Este, de los cuales alrededor de unos 24.000 eran reclutas.
Después de la caída del frente en Stalingrado, la situación cambió y más tropas alemanas fueron desplegadas en relevo de las españolas. Esto coincidió con el cambio en el mando de la división, que fue asignado al general Emilio Esteban Infantes. Finalmente los aliados comenzaron a ejercer presiones sobre Franco para que retirase las tropas voluntarias. Las negociaciones iniciadas por éste a finales de 1943 concluyeron con una orden de repatriación escalonada el 10 de octubre.
Los últimos españoles en las filas del III Reich
Luego de la disolución de la División Azul en 1943, algunos soldados españoles rechazaron volver a España (entre 1.500 y 3.000 hombres). Hubo también voluntarios españoles en otras unidades alemanas, principalmente en las Waffen-SS, y otros voluntarios atravesaron la frontera española furtivamente por Lourdes, Francia. Las nuevas unidades fueron llamadas colectivamente la Legión Azul. Los españoles seguían siendo inicialmente parte de la 121ª División de Infantería, pero aun así se ordenó la repatriación de esta unidad en marzo de 1944, siendo transportada de nuevo a España el 21 de marzo.
El resto de los voluntarios fueron reagrupados en otras unidades alemanas, como la 3ª División de Montaña y la 357ª División de Infantería. Otra unidad fue enviada a Letonia. Dos compañías se unificaron con el regimiento de los Brandemburgueses y la 121ª División alemana en Yugoslavia para luchar contra los partisanos de Tito. Cincuenta españoles entraron en los Pirineos para combatir a la resistencia francesa. La 101ª compañía Spanische Freiwilligen Kompanie der SS 101, de 140 hombres, compuesta por cuatro pelotones de fusileros y un pelotón de oficiales, fue unida a la 28ª División de Voluntarios Granaderos Valones de la SS, luchando en Pomerania contra el ejército soviético.
Más adelante, como parte de la 11ª División de Granaderos SS Nordland y al mando del SS-Hauptsturmführer Miguel Ezquerra, luchó los últimos días de la guerra contra tropas soviéticas en la batalla de Berlín.
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