En este siglo un núcleo poblacional relativamente importante del Archipiélago Canario sufre una espectacular emigración a América. A esto contribuyó principalmente el hecho de que de 1720 a 1730, y especialmente en el año 21, se produjera una de las crisis agrarias más profundas que se recuerdan.
Se hizo necesario destinar las tierras de viñedos al cultivo de cereales y roturar tierras de monte.
Los antecedentes de esta crisis tan importante, los podemos encontrar en el siglo XVII, y fué consecuencia de la extensiva especialización de la economía canaria sobre el vino. El primer síntoma del derrumbamiento del vino es la progresiva pérdida de mercados.
De 1620 a 1630, debido a la aprobación de un reglamento que impedia el comercio del vino a sus colonias americanas, el producto canario tendría que buscar otros mercados en las colonias portuguesas, pero esta solución no duró mucho tiempo porque en 1640 la Corona portuguesa deja de pertenecer a España y por ende sus colonias.Debido a este acontecimiento las relaciones se deterioran hasta cerrar este mercado.
Aun así, se sigue comerciando hacia Europa, por medio de un canal único de distribución a través de los ingleses, pero las relaciones entre España e Inglaterra son inestables y la comercialización del producto se agrava aún más.
De 1684 a 1688 se produce el derrumbe progresivo del mercado que quedó reducido al control inglés. Se complican las relaciones con Inglaterra y finaliza un periodo de comercialización también con este mercado.
El vino canario tiene un alto precio debido a su gran calidad y los ingleses comienzan a comprar el de Portugal y Madeira que era más barato, por lo que disminuye la compra del vino canario produciéndose un stock importante en los puertos.
Esto, junto con el destino casi exclusivo de las tierras a la producción del vino contribuyó a su derrumbe.
Debido esta situación, paralelamente a los productos centrales de exportación se desarrolla una economía de subsistencia basada en el cereal.
Las instituciones, fundamentalmente las locales hacen hincapié en la construcción de pósitos, Los pósitos eran instituciones, destinadas a almacenar cereales para su préstamo a los campesinos en épocas de escasez y que ingresaba el Cabildo proveniente de sus rentas o de la compra.
Ese cereal sería utilizado para situaciones de crisis en las que el Cabildo actuaría de prestamista a bajo interés, pero la realidad era que esos pósitos eran utilizados con fines corruptos.
La situación se agrava porque las malas cosechas (sequías, inundaciones) hacen que la producción no sea suficiente ni siquiera para alimentar a la población. Por lo que a Corona se vio obligada a exportar 250.000 fanegas de trigo libre de aranceles.
Esta situación es más grave en las islas orientales, Lanzarote y Fuerteventura, debido a que estaban especializadas en un solo producto. El hambre y la mortalidad obligan a la población a emigrar, pero no sólo a América sino también a otras islas, sobre todo a Tenerife y Gran Canaria, agravando la situación también de estas islas centrales.
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